Ya no usas tu reloj.
Será que me he metido
en tus bolsillos
y te informo del tiempo,
de las rosas
que vende por la calle
iluso vendedor,
de las horas,
del sueño,
de los años
inmensos majaderos
que pasan
por tu viejo sillón
y tu noble cabeza
recostada.
Ya no usas tu reloj
ni mides el silencio,
tu tiempo se hace
ancho,
requieres
mi presencia
en lo que fuera
el tiempo
de tu tiempo.
Wednesday, August 10, 2005
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